Pallotti a menudo destacó los méritos de Elisabetta con respecto a la UAC. Según el Padre Vaccari: “Nuestro Instituto se ha llevado a cabo hasta ahora especialmente gracias a dos personas: a una pobre mujer, Elisabetta Sanna, sobre quien han oído hablar mucho a don Vicente Pallotti, y por el cardenal Lambruschini” (Summarium, Roma 1910, p. 145, párr. 33). Ella fue testigo de la fundación de la UAC y siguió su desarrollo durante 22 años hasta el momento de su muerte.

Elisabetta Sanna nació en 1788 en Cerdeña. Murió con fama de santidad en Roma el 17 de febrero de 1857 y fue enterrada en la iglesia de SS Salvatore in Onda. Poco después, el reconocimiento de su santidad se hizo muy evidente, tanto es así que en sólo cuatro meses, el 15 de junio de 1857, se inició la causa para su beatificación. San Vicente Pallotti fue su maestro espiritual durante 18 años y la apreció mucho.

Además del culto a la Eucaristía, Elisabetta también tuvo gran devoción por la Virgen. Cuando Elisabetta recibió la imagen de Nuestra Señora Virgo Potens, le hizo un santuario en su pequeño apartamento. Cuando la gente venía a hablar con ella, hablaba de sus vidas y oraba por ellos. La oración y la conversación sobre temas espirituales siempre fueron el tema de sus reuniones.

P. Korycki. Postulador